Un bloque de viviendas sin ladrillos, inquilinos, ni pisos de compra

Una borda es un nombre genérico utilizado en el Pirineo para la edificación empleada generalmente para resguardar el ganado o para almacenar productos agrícolas, especialmente comida para los animales.

Se trata de una construcción rural aislada de dos plantas y construida en piedra y madera, con tejado de pizarra. Habitualmente era edificada a una cierta altura para aprovechar los pastos.

Barcelona cuenta con el primer edificio de covivienda de la ciudad, situado en el barrio de la Bordeta. Se trata del proyecto de vivienda cooperativa La Borda, que que fue inaugurado ahora hace un año, en octubre de 2018, un edificio sostenible de madera de bajo consumo.

El edificio tiene seis plantas y 28 viviendas, de entre 45 y 75 metros cuadrados. La estructura está hecha de madera, un material más sostenible que el hormigón o el acero porque se requieren menos recursos para producirlo y permite construir más rápido.



El proyecto es una construcción de bajo consumo que prácticamente no necesitará climatización. Todo está pensado para que el edificio capte el máximo de sol posible en invierno y en verano se mantenga fresco, por eso dispone de una cubierta sobre el patio interior que se abrirá o se cerrará en función de la época del año. La orientación de las viviendas también se hizo teniendo en cuenta criterios de sostenibilidad.

La Borda está conformada por más de una cincuentena de personas de todas las edades, y vinculadas al conjunto de Can Batlló. Quieren armonizar la necesidad de acceder a una vivienda digna, social, asequible y ambientalmente sostenible con la voluntad de fomentar nuevas formas de convivencia y de generar comunidad a través de la interrelación entre vecinos y vecinas. En definitiva, buscan un reparto justo del trabajo doméstico y de cuidados, una manera de estar y de hacer en común que encarne los valores de la economía feminista y de la economía social y solidaria.

Objetivos

  • Garantizar el acceso a una vivienda digna y asequible.
  • Desmercantilizar el alojamiento para evitar usos especulativos.
  • Generar un proceso colectivo de definición de un nuevo modelo de producción, gestión i tenencia de la vivienda alternativo.
  • Producir nuevas formas de convivencia, de vínculo social i de autoorganización.
  • Fomentar les relaciones igualitarias entre las personas, la relación intergeneracional y la igualdad entre géneros y etnias.
  • Convertirnos en una alternativa generalizable en el ámbito de la vivienda pública, articulando un modelo de vivienda protegida accesible para la gente con rentas bajas.
  • Construir un barrio autogestionado a escala humana en Can Batlló, desde el compromiso responsable con el territorio y la generación de otro tipo de urbanismo.
  • Aprovechar al máximo los recursos existentes y reutilizarlos de una forma ecológica y sostenible.



Construyendo vivienda para construir comunidad​

Cesión de uso

Ni alquiles, ni compra. Nos basamos en un modelo de tenencia no especulativo que pone el centro en sus habitantes.

Derecho de superficie

El solar pertenece al Ayuntamiento de Barcelona, que nos lo cede a 75 años pagando un cánon anual.

Can Batlló

El proyecto nace en Can Batlló, un espacio que acoge varios proyectos autogestionados desde el 2011 en el barrio de Sants de Barcelona.

Arquitectura

Con un diseño abierto, participado y con el mínimo impacto ecológico. Será uno de los mayores edificios construidos en madera de Barcelona.

Vida en común

La cooperativa dispone de vaios espacios y servicios comunes para optimizar recursos y fomentar la relación de la comunidad.

Financiación

El proyecto se financia a través de la economia solidaria, las finanzas éticas y las aportaciones de entidades y personas individuales.

En su página web, podrás encontrar mucha más información sobre este innovador proyecto. Así como en sus redes sociales:


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