Hace unos días me regalaron el libro «Rubik: La increíble historia del cubo que cambió nuestra manera de aprender y jugar«, unas memorias escritas por el mismo Erno Rubik, escultor, arquitecto y diseñador de la Escuela de Artes Comerciales de Budapest, autor del cubo de Rubik (originalmente llamado «cubo mágico»), aunque no es el único rompecabezas mecánico que lleva su nombre.
LAS MEMORIAS DEL GENIO QUE INVENTÓ EL JUGUETE MÁS MÍTICO
«Además de unas brillantes memorias, este libro es un manifiesto que defiende una nueva manera de pensar. Un alegato a favor de mantener el espíritu lúdico de la infancia en la edad adulta, para seguir siendo creativos.»?
THE OBSERVER
40 ANIVERSARIO DEL CUBO DE RUBIK
«Toda nuestra vida consiste en resolver puzles.»?
Erno Rubik
Desde su creación en 1974, el cubo de Rubik ha vendido más de 400 millones de ejemplares. Pese a que pocos saben resolverlo, su creador Erno Rubik asegura que cualquiera podría haberlo inventado. Esta es la historia de un célebre juego, pero también la del hombre que hay detrás: uno que ya de niño adoraba los puzles geométricos y que de ahí en adelante se encargó de imaginar muchos otros juegos posibles. Uno que jamás dejó de divertirse y de soñar con nuevos rompecabezas e ingenios matemáticos, y que sin quererlo inventó uno de los objetos más icónicos de todos los tiempos. Rubik son unas memorias repletas del ímpetu nostálgico y la humildad de un genio. Pero no solo son unas memorias, son mucho más que eso. Son también una explicación única del proceso creativo, un manual para el paciente e imperfecto arte de la invención, y una invitación al acto más puro y creativo de todos: jugar.